Asi habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie. Según confesaría después el propio Nietzsche, esta obra tuvo un especial origen, de carácter místico y contemplativo, en dos “visiones” que su autor tuvo en 1881 y en 1883. En el cómic DIOS HA MUERTO, Irkus intenta revelar estas imágenes al lector. Un cómic mudo (Así habló) que intenta retornar a la mente de Nietzsche antes de que éste tradujera sus visiones en palabras. El libro de Nietzsche es una especie de Biblia laica anti valores occidentales, que utiliza la figura real del profeta Zaratustra usándolo como portavoz de sus propias ideas. Narra sucesivos “descensos” que Zaratustra realiza desde su retiro en la montaña para explicar a los hombres sus descubrimientos. El personaje va conversando con diferentes hombres, mujeres y criaturas que se encuentra por el camino, a las que lleva su mensaje, que gira alrededor de diversas ideas clave: el superhombre, el eterno retorno de lo igual, la muerte de Dios, la voluntad de poder… El estilo es lírico, lleno de metáforas y de neologismos. Parodia constantemente a los textos religiosos, en especial a la Biblia y a sus formas retóricas y parábolicas. Nietzsche no deja títere con cabeza en su labor de destruir la filosofía al uso y las ideas más comunes sobre la religión, Dios, el arte, la literatura,los doctos, los virtuosos, la cultura, la poesía…
Las partes fundamentales de Así habló Zaratustra son consideradas por Nietzsche como verdaderas “tormentas del espíritu” cada una de ellas posee una cierta independencia y todas están relatadas en forma de aforismos y parábolas. La estructura está hecha, los temas son universales, el autor habla de cosas importantes y es conocido por todos, la obra está repleta de imágenes… es un libro perfecto para reinterpretar.
EL EDITOR DICE…
Los elementos de Así habló Zaratustra de Nietzsche son considerados por el autor una auténtica “tormenta del espíritu”. Un libro de rabiosa actualidad en la sociedad en la que vivimos, a menudo sin escrúpulos, sin espíritu. Convencido que muchos de nuestros contemporáneos son, y probablemente sin saberlo, salidos de su pensamiento, se impone una relectura. ¿Acaso no estamos buscando una sabiduría existencial personal? Pero más allá de su aportación intelectual, es un texto poético y extremadamente visual que ofrece un terreno vastamente abonado para el talento expresionista de Irkus.