El Salto, Mendoza. Verano de 1985, el año del terremoto. Helena está de vacaciones con su madre y el novio de esta. La pareja siempre discute, y Helena quiere pasar el menor tiempo posible cerca de ellos.
El día después del temblor sale a caminar sola. En su paseo por la sierra, encuentra una extraña criatura herida, a la que cura y alimenta. La criatura está agradecida, y quiere devolverle el favor. Pero cuando la vida doméstica de Helena se convierte en un verdadero infierno, la ayuda prestada por la criatura llevará todo a un destino inesperado.